LA ÉTICA (Y LA ESTÉTICA ) EN LOS

RESTAURANTES ECO

Mesa de comedor Mistral

El boom de los restaurantes de alimentación orgánica ha venido para quedarse, pero no basta con ser fiel a unos valores: la sostenibilidad tiene que verse. En este post te explicamos cómo el interiorismo sostenible refuerza esos principios para crear un entorno ecológico. 

Ya hace unos años que la alimentación saludable se ha instalado en nuestras vidas. Cada vez apostamos más por el comercio local y productos orgánicos. Es una tendencia que ha calado en mercados, restaurantes, bares y hasta en los clásicos ultramarinos, todos se suman a los alimentos eco y la ‘slow food’. Pero como consumidores no nos basta con que se respeten unos principios sostenibles. También tienen que ser eco en la forma. De ahí que, para cautivar y atraer al público, los establecimientos echen mano del interiorismo sostenible. Los diseñadores serán los que creen ambientes que acompañen a los productos y comuniquen valores ecológicos.

Este movimiento de consumo se inició en Nueva York. Desde el Meatpacking District y The Chelsea Market, comenzaron a ofrecerse productos orgánicos de alta calidad exponiéndolos a granel, empaquetados con materiales tradicionales o papel reciclado, asignándoles un diseño gráfico exquisito pero sin muchas pretensiones y ofreciéndolos como lo haría un almacén mayorista. Se convirtió en un nuevo lujo el poder observar la artesanía del panadero o del chocolatero. Se nos mostraba lo que hay detrás de la elaboración de los alimentos. El deseo ferviente por lo tradicional demandaba que se nos enseñase el manufacturado de los productos. Quizás de esos lugares de trabajo haya trascendido la aplicación en paredes de las típicas baldosas de pasta roja con acabados en blanco o crema que nos recuerdan a la carnicería de antaño.

Lo que empezó años atrás al otro lado del Atlántico gobierna hoy la atmósfera de muchos locales a los que acudimos. Crece la inquietud por conocer el origen de los productos alimenticios y, con ella, la confianza en espacios que nos los ofrecen. El diseño sostenible nos presenta y demuestra los valores de restaurantes y mercados, consiguiendo que prendan en la sociedad los principios ecológicos.  

Para ello, se apoyan en los raw materials y su aspecto de material rústico en lugar de mostrar acabados sintéticos. También funciona dejar a la vista algunos de los materiales de construcción, el ladrillo visto (o pintado en blanco), el hormigón… incluso se permite la imperfección en el suelo, que se preferirá de auténtica madera. No importa que estos acabados sufran desgaste: la arruga es bella. Tal y como nos han enseñado, tanto en la fruta como en la verdura, las imperfecciones son signo de un origen ‘orgánico’ o ‘ecológico’.

Mesa de comedor Mistral para la Sala 40 de ARCO 2021, Fotografía de Paloma Pacheco

Estos mismos ambientes se pueden lograr con material reciclado como hace Revolución Limo con unos diseños que resultan polivalentes. Al triturar y comprimir finamente virutas de plástico se llegan a conseguir acabados muy parecidos a otros materiales tradicionales. Es una solución que conserva la filosofía de trabajar en armonía con la naturaleza, igual que años atrás con los métodos artesanales u orgánicos que se vuelven a fomentar. Vivir con esta perspectiva impulsa la búsqueda de alternativas sostenibles en el día a día.