LA PIRÁMIDE DANESA QUE ESTÁ REVOLUCIONANDO EL MUNDO DE LA CONSTRUCCIÓN
Cada vez son más las firmas que apuestan por materiales beneficiosos para el medio ambiente. La eficiencia y la sostenibilidad medioambiental son aspectos que marcan la diferencia a la hora de afrontar un proyecto arquitectónico, y es por ello que el centro de Arquitectura Industrializada de la Real Academia Danesa ha creado un revolucionario sistema de clasificación y medición del impacto de los materiales sobre el medio ambiente.
La llaman «La pirámide de los materiales» y es una herramienta digital que ofrece un instrumento de cálculo para comparar el impacto de distintos materiales entre diferentes categorías. De este modo, los diseñadores pueden conocer de antemano la posición en la que cada material se encuentra, optando por los de menor impacto medioambiental.
Para ello se centra en el análisis de sus tres principales etapas de vida: la extracción de la materia prima, el transporte y la transformación.
Cinco categorías de impacto medioambiental
Todos los elementos de la pirámide hacen referencia a las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP), es decir, al análisis del ciclo de vida.
Cuando se realizan las evaluaciones del ciclo de vida (LCA), el daño potencial al medio ambiente, los ecosistemas y la salud pueden ser calculados. Dado que el tipo y la magnitud de los daños son diferentes, se han desarrollado métodos para calcular los efectos en cada categoría de impacto medioambiental.
Existen muchas más categorías de impacto ambiental además de las cinco utilizadas en la pirámide que son las más comunes en las LCA relacionadas con la construcción.
Potencial de calentamiento global – GWP
La pirámide del impacto medioambiental de los materiales de construcción en su investigación comienza con la huella de carbono, una de las más presentes en nuestro planeta.
El GWP es el cálculo equivalente de CO2 en relación con el material investigado. Cuanto mayor sea el valor, mayor será el impacto en el calentamiento global. Por ejemplo, las láminas metálicas ocupan los niveles más altos de la pirámide mientras que los materiales orgánicos, como por ejemplo la madera, tienen un valor negativo, es decir, absorben más gases de efecto invernadero de los que producen.
Potencial de agotamiento de la capa de ozono – ODP
El ODP es el valor de degradación de la capa de ozono que puede causar un determinado gas o sustancia química emitida por la producción del material.
En este caso, la unidad de medida de referencia es el freón (R-11), ya prohibido en muchos países europeos y utilizado como agente espumante en la producción de aislantes. Así, la parte superior de la pirámide estará ocupada por los aislantes térmicos, mientras que los materiales que requieren menos procesamiento, como la piedra o las láminas de cobre, ocuparán la base.
Potencial de creación de ozono fotoquímico – POCP
Esta categoría cuantifica la capacidad relativa de los compuestos orgánicos volátiles (VOS) para producir ozono a nivel del suelo. La POCP se mide utilizando equivalentes de etileno (C2H4eq) como unidad indicadora.
En altas concentraciones, el ozono puede afectar a la salud de los seres humanos y de la naturaleza e incluso puede afectar a la respiración.
Entonces, mientras que los materiales a base de madera permanecen en el nivel más bajo de la pirámide, los aislantes de EPS y el acero estructural son los mayores emisores.
Potencial de acidificación – AP
La acidificación puede causar daños en el ecosistema y especialmente en las plantas. El AP describe las emisiones de ácido que se emiten a la atmósfera de forma gaseosa o al suelo y al agua como sustancia. Esto es lo que se llamó «lluvia ácida» en los años 80.
Esta categoría de impacto se mide utilizando la unidad equivalente de dióxido de azufre (SO2 eq).
Potencial de eutrofización – PE
En la pirámide del impacto medioambiental de los materiales de construcción, el EP indica una carga excesiva de nutrientes que puede perjudicar al medio ambiente. La excesiva concentración de fertilizantes puede provocar la desertización. En este caso, el fosfato es la sustancia de referencia.
La producción de acero, por ejemplo, emite grandes cantidades de óxido de nitrógeno, una sustancia vital para los suelos, pero si se encuentra en una concentración excesiva, puede afectar a la biodiversidad.